La chica de la gota de sudor en los ojos
La chica de la gota de sudor en los ojos
Me sentía
muy sola cuando tomé la decisión de buscarme un amante. Sola. Muy sola. No es
excusa, pero sí sola.
Yo...
Soñé que me casaría y formaría mi propia familia. Conocí a mi novio y los
tres primeros años fueron gloriosos, hasta que un día me vi llevando en
la espalda el peso de la relación.
Es
extraño darte cuenta de que las cosas que ocurren a tu alrededor es porque tú
lo haces posible y cuando no lo haces tú, no ocurre nada.
Mi
relación se estaba convirtiendo en una trampa mortal para mí. Así germinó la
idea de tener un amante. En mi relación no ocurría nada fuera de lo normal.
Rutina, rutina y más rutina. ¿Casarnos? No estaba en los planes de mi novio.
-¿Hijos?-
Sí todavía somos jóvenes – decía-
-¿Jóvenes? Y yo pensaba-Si ya tengo treinta años.
Estaba
buscando ayuda en internet. Psicólogos de parejas. Había pensado en una terapia
como los de Estados unidos. Que ahí es tan frecuente. Se lo había comentado a
mi chico y se había negado en rotundo diciendo que no teníamos problemas. Que
la mayoría de las relaciones eran a sí. Que dejara de intentar vivir cuentos de
hadas que no existían y que la realidad era esta. Mi mundo se derrumbó. Ya no había
un ápice de romanticismo en mi casa. Me sentí fatal.
Pero
lejos de tirar la toalla decidí indagar por internet, pensaba que si encontraba
una solución, podría presentárselo a él y a si tener algo a mi favor.
Me cansé
de buscar en internet. Tenía sueño y quería meterme en la cama. Decidí antes de
apagar el ordenar limpiar mi correo. Ahí estaban esos mails. Recibía cada semana
un mail de una agencia de relaciones extramatrimoniales. No estoy casada, convivo
con mi novio Los mails que recibía estaban en mi correo y no se por alguna
razón nunca los eliminé.
Su slogan
decía: “Sé infiel y no mires con quien".
Me metí
en la web para cotillear pero tenias que registrarte. Y me registré y no subí
foto alguna y obviamente con pseudónimo. Al instante recibí en mi correo la
confirmación del registro y... Ya podía chatear
y quedar con alguien.
Sábado
por la noche y el chat estaba caliente. Mucha gente escribiéndome. Gente de
todo tipo. Me interese por un chico que tenía foto, tenía cierto parecido a Ryan
Gosling. Me gusto su entrada a mi chat y no iba al grano. No dijo -¿follamos?
Esa noche
chateamos dos horas hasta que decidí que ya era hora de desconectarme. Y muy a
mi pesar.
Mi Ryan
que en realidad se llamaba Kevin me dio su teléfono y me dijo que le llamara
para lo que necesitará.
Aquella
semana no pude dejar de pensar en él. A sí que cuando me conecte entre semana y
le vi ahí, me alegré mucho. Y cuando me invito a quedar no lo dude. Iba a ser una
mujer infiel.
Quedamos
a comer en el restaurante La Finca de Susana. La velada fue estupenda. Me
sonreía, me cogía de la mano, me hacía reír. Y mientras tanto yo de no dejaba de pensar si
realmente me lo follaria esa noche.
Después
de la cena anduvimos por la zona de Sol. Visitamos el árbol de Navidad gigante
que cada año lo ponen antes. Parecíamos novios. ¿Y mi novio?. En casa viendo un
partido de fútbol encantado de que le dejara sólo. Y ahí estábamos sin darme
cuenta en el barrio de Bilbao, delante de un hotel Ibis. Mirándonos. Cada uno
esperando a ver sí el otro cedía. Ahí en la puerta nos dimos nuestro primer
beso y con ello entramos.
Comentarios
Publicar un comentario